Karina Cancino
Tepic.- En redes sociales llamó la atención el color marrón de la laguna de Santa María del Oro, que en otras épocas ha sido turquesa; pero el cambio de color es natural y se debe a condiciones de temperatura -este año fue más frío- y densidad, explicó el doctor en Ciencias Marinas, Oscar Ubisha Hernández Almeida, de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN).
El especialista -integrante del nivel I del Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT (SNI)- junto con otros investigadores de la universidad, llevan 7 años estudiando este cuerpo de agua que se ha convertido en una de las atracciones turísticas más importantes del estado.
“El fenómeno tiene aproximadamente un mes, el 6 de marzo y cada 10 o 15 días hay monitoreos; es un fenómeno natural que este año en particular se ha observado por acción del agua, el frío y el viento; la columna de agua se mantiene fría. La superficie del agua se calienta por acción del sol, sin embargo, la acción del viento, revuelve el agua superficial y lo que hace es extraer el agua fría del fondo, con ello llega a la superficie el material que generalmente se encuentra en el fondo”, explicó.
Descartó que se trate de vertederos de aguas negras o contaminación por la afluencia turística.
“Necesito ser categórico porque ya vi que dicen eso en redes sociales. Esa no es la fuente, esto es un fenómeno natural, es el contenido de la misma laguna, es algo que no vemos porque está a 20 o 25 metros de profundidad, que salió a la superficie. No tiene que ver con la actividad turística en la superficie, es algo generalizado, las pruebas que hicimos revelan que no son descargas de agua negra, para que adquiriera ese color tendrían que llegar todas las descargas del municipio, pero no, no está relacionado con ello”, enfatizó Hernández Almeida.
Asimismo, señaló que el estudio del lago llevará a conocer si existen agentes patógenos, es decir, que puedan causar enfermedad o daño, entre los microorganismos que habitan ahí, por lo que recomienda -mientras sucede este fenómeno-, lavarse con jabón el cuerpo después de nadar en estas aguas y observar todos los cuidados e higiene en su uso doméstico.
“Nunca habíamos hecho un estudio para saber qué es lo que vive ahí; ese color que estás viendo es el agua del fondo con todo su contenido de microorganismos, no te puedo decir hasta el momento si hay algún patógeno o no, lo que si te puedo decir es que se dan en todo cuerpo de agua; lo recomendable es no meterse al agua hasta saber qué tipo de organismo son; ahora estamos haciendo esas pruebas de si hay alguna toxina o patógeno que pudiera tener alguna afectación en la salud de las personas”, afirmó.
En este sentido, el doctor Hernández Almeida expuso que en años anteriores se presentaba mortandad de peces debido a la falta de oxígeno en el agua por la cantidad de algas que había, pero en esta ocasión, hay presencia de aves y peces que, de existir un agente nocivo, también les afectaría, pero hasta el momento no ha ocurrido.
Cabe destacar que esta investigación inició en diciembre de 2014 con la finalidad de determinar las características del lago y conocer sus condiciones, ello a partir de la solicitud de las personas de la comunidad, prestadores de servicio, y autoridades locales que vieron en los especialistas de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) la oportunidad para conocer y preservar este emblemático sitio.
La explicación científica
La temperatura juega un papel importante en este fenómeno porque, apuntó el especialista, divide el agua contenida en el vaso del lago -que tiene entre 50 y 55 metros de profundidad-; lo que provoca distintas densidades en el agua y que pueda flotar o sumergirse el material orgánico.
“Abajo hay condiciones distintas a la superficie; debajo de los 25 a 30 metros de profundidad, tenemos agua fría a 22.5 grados, muy baja cantidad de oxígeno, microorganismos que viven en condiciones particulares; esas bacterias son muy importantes porque se encargan es descomponer todo aquello que llega a la superficie del lago. Se va sedimentando y llega a la capa ubicada en los 35 metros donde se encuentran esas bacterias y ahí se da la descomposición del material orgánico.
El agua más caliente es menos densa y mantiene en la superficie; cuando se enfría esa agua, se mezcla con el agua de fondo. Pero si calienta el agua superficial, se forma una “barrera” que separa el agua caliente y fría, ello ocurre aproximadamente entre los 20 o 25 metros de profundidad”, dijo.
Una vez que la atmósfera se empieza a enfriar en invierno -desde noviembre, pero los meses más fríos son enero y febrero- esa capa de agua superficial se empieza a enfriar y así se propaga a toda la columna de agua, lo cual genera la mezcla de estas dos “capas” de agua, con ello llega una gran cantidad de nutrientes y la de microorganismos y materia orgánica, que la hacen ver de este color marrón, mencionó el doctor en Ciencias Marinas, especialista en microalgas marinas y de agua dulce.