Por Karina Cancino
Desde la sierra de Nayarit, el Estado mexicano cumplió una sentencia que preserva el vínculo ancestral entre el pueblo wixárika y su territorio.
En Mesa del Nayar, municipio de La Yesca, la presidenta de la República Claudia Sheinbaum firmó, este jueves, el decreto de restitución de 5 mil 956 hectáreas a la comunidad de San Sebastián Teponahuaxtlán (Waut+a) y su anexo Tuxpan de Bolaños (Tutsipa Kuruxi Manuwe), como parte de una sentencia emitida por el Tribunal Unitario Agrario.
La restitución representa el 58.4% de un total de 10 mil 448 hectáreas que deberán ser devueltas conforme a los artículos 2 y 27 de la Constitución, es decir, está pendiente la entrega de 4 mil 492 hectáreas.
En La Mesa del Huanacaxtle, Nayarit, avanzamos en el Plan de Justicia para el Pueblo Wixárica. Desde La Yesca, hoy reintegramos más de cinco mil hectáreas a su patrimonio. La reforma constitucional para los pueblos originarios representa justicia histórica, dijo la mandataria al respecto.
Aunque se trata de una medida jurídica, para el pueblo wixárika el territorio no es una posesión, es memoria, altar, camino sagrado y sustento de vida espiritual.
Las tierras restituidas no solo son productivas; también forman parte de una red de sitios donde se celebra el ciclo ritual que da continuidad a su cosmovisión.
Ahí se siembra el maíz, pero también se reza por el equilibrio del mundo.
La comunidad ha defendido durante décadas este espacio frente a la ocupación de ganaderos de Huajimic, Nayarit, sin perder de vista que su lucha no es por propiedad, sino por dignidad.
Durante el acto protocolario, la presidenta se comprometió a regresar para completar el proceso de restitución, expresó ante autoridades agrarias y representantes de la comunidad wixárika.
Vamos a cumplir con toda la devolución del territorio. Esta es una lucha que merece justicia y reconocimiento.
El regreso de estas tierras no pone fin a un conflicto, pero sí marca un momento clave en la reparación histórica hacia uno de los pueblos originarios más antiguos del país.
Para las personas wixárika, la devolución de Waut+a y Tutsipa, significa mantener el centro de su identidad.
Se espera que en las próximas horas las organizaciones de gobiernos tradicionales emitan información sobre este proceso y el acto restitutivo.