Dennis A. García
La gestión del suministro de agua potable enfrenta varios escenarios tanto políticos como sociales. A ello se agrega la escasez y la mala calidad de la misma para satisfacer las necesidades primarias de toda población.
En Ecatepec, uno de los municipios más poblados del país con 1.6 millones de personas, la necesidad ha orillado a los pobladores a buscar la forma de obtenerla.
Ante la incapacidad de las autoridades en la distribución por la red, tener agua potable en casa se ha convertido en un negocio millonario que lastima los bolsillos familiares.
La crisis también es propiciada por la pugna de poderes entre las autoridades por controlar el abasto del agua. Todo esto de cara a las elecciones del próximo año para elegir al nuevo gobernador del Estado de México donde el actual titular del ejecutivo hace todo lo posible porque su partido, el PRI, no pierda el poder en esa entidad.
Por un lado, el gobierno municipal señala que la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) recortó el caudal de agua en bloque con lo que afectó a 600 mil ecatepenses, mientras que el gobierno estatal asegura que sí suministra agua para el tanque de Cerro Gordo que alimenta a esas colonias perjudicadas.
El artículo 4º constitucional señala que “toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible…”, pero eso, a quién le importa.
Tener agua en Ecatepec ya no es un derecho, es un privilegio. A medida que crece la población, el abasto de agua por la red es insuficiente. El recurso es cada vez más escaso y de menor calidad. Y hay que decirlo, el abasto y uso del agua es una responsabilidad compartida entre autoridades y sociedad. Litros y litros de agua se desperdician por fugas en la red o por los propios usuarios.
Pero resulta curioso que no haya agua para que llegue a las casas a través de la red y sí hay para que sean las pipas las que se encarguen de abastecer los hogares.
Están las pipas del Sistema de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento del Municipio de Ecatepec (SAPASE) que únicamente dejan mil litros por semana, insuficientes para un hogar. Para ser beneficiado, deben mostrar su pago anual y si no están al corriente, no les abastecen. La pipa puede regresar en una o dos semanas porque no se dan abasto para cubrir todas las colonias.
La otra opción son las pipas privadas. El costo es de 130 pesos por mil litros. Para una cisterna promedio de 3 mil litros de capacidad, una familia gasta 390 pesos a la semana. Esto es, una familia ecatepense gasta mil 560 pesos al mes y 18 mil 720 pesos al año por tener acceso a un derecho.
El gasto es enorme por lo que otros han optado por abrir los registros de la red pública para extraer el agua con bombas. Sin embargo, esas tomas también son utilizadas por las pipas para abastecerse y venderla. Hagan cuentas de las ganancias si son 600 mil los afectados.
Las tomas clandestinas aumentan y son controladas por unos cuantos que se aprovechan de la crisis sin que las autoridades hagan algo. Tener agua potable está por encima de cualquier bandera política, la sociedad ya está desesperada y comenzaron a cerrar avenidas principales.
Se espera que en próximos días acudan a Toluca para manifestarse.
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