Mirtha Luz Pérez Robledo
“La terrible necesidad de ser libre que es mi destino” Jean Paul Sartre
Nos reconocemos en esta sensación de que el verdadero fraude está en lo que nos vendieron y compramos: La esperanza.
¿Cuál es la esperanza? Que hay alguien que se erige como un Dios y que nos promete que vamos a salir de todo lo malo que hemos padecido.
¿Por qué nos sentimos en falta? Sabemos que no hay esperanza de salir de este lugar en que nos han puesto desde hace años y que la consecuencia de esto es igual o ha retrocedido; nos adentramos en nuestra rebeldía y estamos desaprendiendo a esperar. “ Y necesitamos accionar porque nos están aniquilando” lo digo con palabras de Nadia Vera, visionaria.
Se derrumbó el decorado, si se me permite decirlo con éstas palabras y, en la escena nos quedó el personaje y su discurso que no coincide con las realidades que ocurren en las calles, en las casas.¿Qué está ocurriendo? ¿Por qué no estoy sintiendo la diferencia? El desempleo, la angustia, la desconfianza, la corrupción , la pandemia , el desabasto de medicamentos, de vacunas , la inseguridad, la mentira del libre tránsito por un país libre, el banquillo para los periodistas y todo aquél que se atreva a opinar diferente .”Una muerte es una tragedia, muchas son estadística”. Esta frase de un dictador, se actualiza en este país que ya no es nuestro en una situación que no es nueva porque viene de administraciones anteriores, pero se agrava ante la forma de ignorar y de omitir rayana en la insensibilidad y la indiferencia, que replica la actitud fascista de las administraciones pasadas. Así, el escenario no es distinto .
Esa idea de que el mañana va a ser mejor, aplasta el presente; ese dejarnos esperando interminablemente a que suceda lo que nunca va a suceder, es una idea muy dogmática que promete un mundo mejor, en un imaginario que no logra concretarse porque nadie sabe dónde es y dónde está. Doctrina que nos debilita. La angustia de llevar esta esperanza a cuestas. Está dentro de ti, dicen los religiosos. ¿Dentro de mí?. La intuición me está diciendo que esto es un engaño, una sensación que me llega al cuerpo, este cuerpo que tiene miedo de ir por una calle solitaria y oscura. Vivimos esperando porque hemos aprendido eso, pero podemos desaprender.
Anhelando el mañana nos podemos rebelar y revelar con todo el cuerpo. Este infierno del presente es el reino que nos han impuesto y viene del pasado .Persiste . De esa manera se mantiene en cautiverio a los votantes. Tenemos que acceder a la revolución permanente, la no resignación. . Dejar de ser objetos de la historia y comenzar a ser sujetos, no sujetados. Rebelarme contra lo que me supera, me aniquila, me somete.
El poeta Javier Sicilia, vió venir este presente, llamó a no votar y con ello nos convocaba a darnos cuenta del poder de la ciudadanía, pero no lo escuchamos. Ahora no hay más que fortalecernos en la resistencia, en la creatividad. Agotar el campo de lo posible. Gestión por nosotros mismos, organización por nosotros mismos, gobernarnos a nosotros mismos; son los elementos del anarquismo.
Podríamos intentar.
No a la esperanza, que la esperanza es el arte de esperar y abarca toda la vida. Y en política, la esperanza se vuelve, como todo en la boca de los políticos, una palabra fraudulenta.