Karina Cancino
Tepic.- Luego del feminicidio de la maestra de secundaria, Eréndira Mireya Castillón -ocurrido el sábado 28 de agosto- y que mantiene detenido y vinculado a proceso como presunto culpable a Julio César “N”, catedrático de la Universidad Autónoma de Nayarit en la escuela de Ciencias Sociales, esta casa de estudios activó nuevamente un protocolo de tolerancia cero a la violencia de género.
Este lunes, el rector Peña González en conferencia de prensa, arropado con los representantes de los sindicatos y de la federación de estudiantes -donde ninguna mujer es líder- firmaron una carta compromiso para prevenir violencia en áreas laborales, además de imponer particularmente un protocolo contra la violencia de género, y la creación de la instancia universitaria para atender los casos.
Durante el acto afirmó el titular de la UAN que las pautas del compromiso estuvieron consensuadas por expertas en género, de la Máxima casa de estudios.
No se precisaron cuáles serán las acciones a tomar, además del acto protocolario, pero en las próximas horas podrían hacerlas públicas.
Sin embargo, adelantó que desde este 7 de septiembre cada una de las Secretarías de la UAN convocará a su personal para firmar este acuerdo del que participarán directores de Unidades Académicas, integrantes de sindicatos y la federación de estudiantes.
Desde el 8 marzo de 2020, con las protestas ocurridas en el marco del Día de la Mujer, jóvenes universitarias en su mayoría, organizaron la colocación de un tendedero de la vergüenza frente al edificio de rectoría para señalar mediante escritos a sus presuntos agresores por acoso, amenaza y otras características de violencia de género en su contra, que en su mayoría fueron perpetradas por académicos de la institución.
Entonces el rector Jorge Ignacio Peña González después de recorrer los tendederos el 21 de marzo prometió que habría una reforma del estatuto de gobierno de la UAN, para que los señalamientos de acoso y hostigamiento sean considerados faltas graves y sean sancionados; además de establecer protocolos de protección a denunciantes para evitar represalias en su trayectoria escolar o espacio laboral, además de que se crearía una aplicación digital para realizar denuncias de este tipo y que habría seguimiento para los casos, pero tras darse a conocer el feminicidio y su posible relación con el académico, estudiantes aseguran que no fueron atendidas.